FICHA TÉCNICA



Título obra Romeo y Jeannette

Autoría Jean Anouilh

Dirección Maruxa Vilalta

Elenco Elda Peralta, Jorge del Campo, Susana Alexander, Carlos Bracho, Manuel Zozaya, Tamara Garina

Espacios teatrales Teatro Orientación




Cómo citar Maria y Campos, Armando de. "Romeo y Jeannette de Jean Anouilh, en el teatro Orientación". Novedades, 1965. Reseña Histórica del Teatro en México 2.0-2.1. Sistema de información de la crítica teatral, <criticateatral2021.org>



TRANSCRIPCIÓN CON FORMATO

Novedades

Columna El Teatro

Romeo y Jeannette de Jean Anouilh, en el teatro Orientación

Armando de Maria y Campos

Jean Anouilh divide su mundo teatral en dos partes; de un lado coloca sus piezas rosas, con temas sentimentales o vagamente románticos, y del otro las negras, en las que se asoma a los abismos de los espíritus complicados. Propiamente Anouilh escribe dos teatros diametralmente opuestos, y el director que se atreve con sus obras debe considerar a qué mundo pertenecen, si al negro o al rosa. Romeo y Jeannette, que ahora sube al escenario del teatro Orientación, de la Unidad Artística y Cultural del Bosque, es una pieza negra por culpa de Jeannette, que es una mujer erotómana y sentimental a la vez; todo lo que toca con su amor, lo destruye. ¿Es buena? ¿Es mala? Es, simplemente, un espíritu turbio, sobre el que cabrillea el sentimentalismo y el deseo de amar. Otro personaje "negro" de la pieza de Anouilh es Lucien, obsedido por una lejana traición de su esposa que lo ha convertido en un cornudo irreductible y cínico. En la vida de estos seres se atraviesa el fino arroyuelo de un romance transparente entre la hermana menor de Jeannette y un novio inmaduro y poco sexuado. Entonces surge la tragedia "negra" de Anouilh, escrita hace treinta y cinco años y que por este motivo abunda en ideas que a muchos puede parecer fuera de lugar, del lugar en que ahora vivimos, Romeo y Jeannette llega a México un poco tarde, y lo que es más lamentable en una traducción mala de una editorial argentina. Su conflicto escénico no nos interesa. Y menos si consideramos que la señora Maruxa Vilalta de Yáñez la ha dirigido con extrema sencillez, buscando más lo anecdótico y sentimental que lo negro de las aguas que cruzan los espíritus atormentados de Jeannette y de Lucien.

Elda Peralta, actriz de auténtico temperamento dramático, no tiene ocasión de exhibirlo. Su fina inteligencia le permite cruzar, como Ofelia, las aguas turbias de su vida, sin mancharse. Pero Anouilh no soñó una Ofelia para su Jeannette.

El estudioso actor Jorge del Campo destaca su personalidad por la vigorosa proyección que le da a su personaje de cornudo irredento. Se deja ver con personalidad propia la empeñosa actriz Susana Alexander, y cumplen en la medida de sus posibilidades histriónicas Carlos Bracho, Manuel Zozaya y Tamara Garina. Ya dijo el cronista que la dirección de la señora Vilalta es sencilla y fácil. La escenografía se resuelve modesta y funcional. La iluminación no favorece mucho a los actores. El cronista aconsejaría una revisión escrupulosa del texto argentino.